EL año del covid19

El 2020 fue un año lleno de retos de principio a fin. Pasamos por muchas situaciones que nos movieron el piso literalmente, y tuvimos que encontrar el equilibrio para mantenernos en pie. Dentro de los momentos difíciles que nos trajo el 2020, pusimos empeño en despejarnos y compartir las otras buenas experiencias que pasamos para no ahogarnos en las preocupaciones. Ahora estamos viviendo de forma diferente y nos gustaría compartir algunas de nuestras experiencias personales con ustedes durante ese año tan difícil. Esto con el propósito de que si alguna familia está atravesando por problemas podamos servir de algún ejemplo que les ofrezca una nueva perspectiva de la vida en la que la esperanza y la búsqueda de la felicidad sea el norte.

El inicio del año 2020 nos sorprendió con los terremotos y daños en nuestra casa, luego tuve que dejar mi trabajo permanente por 16 años, pasé por la experiencia de un accidente donde mi carro nuevo fue pérdida total, los niños tuvieron que abandonar el colegio donde estudiaban, tuvimos que buscar maneras para sobrellevar el ajuste económico y la mayor parte de esto se dio durante el confinamiento que nos trajo el Covid-19.

Deseo llamar a este relato las Crónicas de un año pandémico:

Marzo

En este mes que marcó la llegada del COVID19 a la isla y la implementación del toque de queda y la cuarentena también pasamos por un estrés adicional, la pérdida de un empleo sin el cual no podríamos cumplir con los gastos de vida de nuestra familia. Además del encierro y la pérdida de empleo, el cambio a clases virtuales de nuestros chicos fue un reto, pues en casa solo había una computadora portátil. Al quedarnos encerrados también pasamos por el estrés de no poder hacer las compras de comida en el supermercado. La primera compra en un supermercado fue mediante un app y se tardó un mes en ser procesada. Subsistimos con compras de hortalizas a pequeños negocios de nuestra zona y con los alimentos enlatados que nos habían sobrado de la temporada de huracanes. Además, Mariel se puso a inventar en la cocina. Una de las cosas que hizo por la imposibilidad de salir a comprar, fue crear plantillas de harina para comer burritos. Por otro lado, al quedarme en casa sin tener un trabajo decidí que era buen momento para crear nuevos proyectos con los chicos. Creamos PiccoloTeens y empezamos a divertirnos un poco y animarnos también. Un día creamos un mural de tiza en la calle frente a la casa, con un mensaje para alentar a que nos quedáramos en la casa. Además, empezamos a jugar juntos en casa, recordando los momentos cuando yo los cuidaba en el hogar cuando eran preescolares.

En cuanto a la gestiones para lidiar con la situación económica llené la solicitud del desempleo para buscar ayuda mientras  estaba en búsqueda de trabajo. Me aceptaron la ayuda pero de repente llegó otra notificación del famoso punto controvertible. Intentamos llamar y escribimos a los emails que el Departamento del Trabajo indicaba pero no había ningún tipo de respuesta. Fue un pugilato y desistí de seguir intentando. Cuando meses después se informó que nos podíamos comunicar a las oficinas regionales volví a retomar el asunto. En noviembre llegó el dinero del seguro por desempleo, algo que había pensado nunca ocurriría pues mis gestiones las había hecho en marzo.

En el momento del confinamiento pensé que no íbamos a tener oportunidades de trabajo con la publicidad de marcas pero llegaron nuevas oportunidades que generaron ingresos para nuestro hogar

Cuando pensaba que íbamos a superar los problemas tuve un accidente de auto con pérdida total. Perdí el control del auto en tan solo unos segundos e impacté un carro estacionado en ruta hacia mi hogar y me volqué. No podía creer que me pasara algo así. Gracias a Dios no salí lastimado, pero en el accidente me dio pánico no poder salir del carro. Estuve semanas con estrés postraumático por el accidente pero el apoyo de mi familia fue mi medicina. Hacer la reclamación al seguro del auto fue un proceso que demoró meses por culpa de la pandemia y el banco me exigía seguir pagando el carro perdido. Fue mucho estrés tratar de resolver todo pero finalmente cerca de tres meses luego, pudimos superar toda la situación. Gracias a que tenía un seguro Full Cover con GAP, se pagó el saldo del carro.


Abril

Buscando alternativas para despejarnos y entretenernos en el hogar, empezamos la tarea de restaurar nuestro patio, el cual habíamos abandonado luego del huracán María. Habíamos perdido árboles y plantas y tuvimos un deslizamiento de tierra en el patio a causa del huracán. Trabajar en la restauración del patio se convirtió en un entretenimiento. Mariel (MamáPiccolo) empezó a crear ideas para el patio. Nos manteníamos trabajando en el patio casi todos los días. Hasta revivimos un área que no usábamos y creamos un spot romántico donde hicimos glamping y cine al aire libre. Montamos un gazebo y lo adornamos con bombillas. Mariel montó un estanque e hizo un jardín con escaleras de madera.

En abril celebramos el primer cumpleaños de forma virtual con el resto de la familia, a pesar de todo lo que estábamos pasando. Mariel siempre se ocupaba de decorar y poner todo vistoso para cada celebración. Mi cumpleaños se celebró con un vistoso bizcocho que hizo mi vecina Gretza, quien lo coronó con una foto legendaria junto a Tati.

Las gallinas también fueron mi gran terapia.


Mayo

Ese mes celebramos el día de las madres solitos en casa con un almuerzo especial para Mariel. Mariana se graduaba de noveno grado y su graduación y class day habían sido suspendidos. Fue un momento de mucha tristeza pues ella esperaba con emoción el día de su primera graduación ya que la graduación de elemental también se la habían suspendido por un cambio en el colegio donde había estudiado la escuela elemental. Los padres del noveno grado, sin el apoyo del Colegio decidieron hacerle una caravana a los graduandos y Mariana pudo ver a sus amigos y sentir la emoción de ser graduanda del 2020. Además, le dimos la sorpresa de poner un letrero frente a la casa anunciando que había una graduanda en el hogar. En mayo también decidimos salir por primera vez del hogar a conectarnos con la naturaleza en un momento donde estaba prohibida cualquier actividad al aire libre incluyendo visitar la playa y los ríos. Pudimos quedarnos en una cabaña privada y fue un momento de muchísima, pero muchísima felicidad.


Junio

La pandemia causó estrés en cuanto a la apariencia personal. Mariel no podía visitar a su estilista, así que me pidió que yo le pintara el pelo para taparle sus canas. Igual pasaba conmigo y con Guillermo cuando no podíamos ir al barbero. Entonces me convertí en el barbero y estilista de la casa. La primera vez que me tocó pintarle el pelo a Mariel hicimos una transmisión en vivo. Gozamos tanto con todos los que se conectaron. El vídeo aún está en la página de Facebook/PiccoloMondoPR

Dos nuevas integrantes llegaron a nuestra familia, unas poliitas a quienes bautizamos Meli y Lola. Estando en casa todos, Mariel trabajando, los nenes sin ir a la escuela, y yo sin poder salir tampoco, la comida se acababa muy rápido así que la producción de huevos no era suficiente para nuestra alimentación. Por eso decidimos que era buena idea tener otras gallinas ponedoras. Las nuevas pollitas se convirtieron, además, en una forma de sobrellevar el tiempo en casa cuidando a nuestras nuevas mascotitas.

En el día de los padres tuvimos una escapada en pareja. Fue un raincheck por el día de nuestro aniversario que se supone celebraríamos el 11 de enero pero por la falta de electricidad por los terremotos tuvimos que cancelarlo. Durante este mes, luego de estar a pie, visitamos por primera vez a mis suegros y ellos me prestaron un carro para poder resolver. En esa visita decidimos poner una caseta en la terraza para dormir fuera de la casa como medida de prevención contra el Covid19. La graduación de Mariana se pudo celebrar de manera virtual y al final de mes se pudo celebrar el acto de graduación en la cancha del colegio. Ella fue sumamente feliz de ver a sus amigas y despedirse de ellas pues no volvería al colegio en agosto.


Julio

Después de una larga espera para conseguir un trabajo y pasar por varias entrevistas conseguí un empleo temporero en el correo federal (USP). La experiencia de trabajar en el correo fue bien fuerte pues llegué en el momento en que a causa del Covid-19, el flujo del correo se había triplicado. Entraba a las 5:00 am y a veces salía a las 7:00 pm. Por obra de Dios, la asignación del lugar de trabajo cambió de Hato Rey a Gurabo, así que no tenía que hacer un viaje diario. Julio fue el mes donde fuimos a la playa por primera vez en el periodo de confinamiento. Celebramos el cumpleaños de Mariel en una playa de Luquillo. En el verano también hicimos varios arreglos al patio, incluyendo la actualización de nuestro huerto, que lo convertimos en uno vertical. Mariel se dedicó a cuidar las plantas y seguir decorando su jardín en su tiempo libre. Pues seguía trabajando desde el hogar ciertos días a la semana y ese mes empezó a asistir a su oficina de trabajo con más frecuencia. Un domingo sin planificarlo de antemano, decidimos ir de paseo por Maunabo y visitamos el faro y la playa, siendo una salida en la que pudimos respirar aire fresco y recargar energías. Ese mes también adoptamos una nueva mascota, una pollita polaca a la que bautizamos con el nombre de Dona.


Agosto

Los chicos empezaron cada uno en una nueva escuela del sistema público. Al principio estaban preocupados por no conocer a nadie, ni a los maestros. Pero este periodo de empezar de cero en un nuevo ambiente fue más suave para ellos por el hecho de que la educación era virtual. No tuvimos que incurrir en gastos de libros escolares ni uniformes. Pudimos además, darnos una pequeña escapada de aventura buscando el contacto con la naturaleza. Fuimos a la cascada conocida como Tornaasol en Caguas.


Septiembre

En este mes empezamos a acampar en lugares privados y a hacer una lista de lugares para quedarnos a acampar. Sentíamos la incesante necesidad de conectar con el paisaje y la naturaleza. Eso fue fundamental para sobrellevar la vida de encierro y las preocupaciones.

En septiembre nacieron Mariana y Guillermo y ese año Mariana cumplía sus quince años. Habíamos contemplado que el regalo sería un viaje pero eso obviamente quedó en nada por causa de la pandemia. Así que Mariel se puso a coordinar una fiesta de quince años en el patio de la casa. No poder celebrar su quinceañero como teníamos planeado, no nos detuvo en hacer algo especial que ella pudiera recordar. Conseguimos un traje y planificamos una sección de fotos en un lugar hermoso. Celebramos en familia con una reunión virtual. Mariel decoró el patio e hizo un arreglo especial con una mesa decorada con flores y un bizcocho que ordenó. Un vídeo que hice cuando Mariana era pequeña y que no había terminado de editar, decidí terminarlo y mostrárselo en ese día. El vídeo era un viaje de Mariana a la luna. Una historia con mucho significado para mí. Tuvimos un cumpleaños muy especial con la familia en la distancia.


Octubre

Completamos los proyectos que teníamos en la casa, como hacer un portón de madera para crear un área cerrada para nuestras gallinas e impedir que las iguanas entraran a comerse nuestras hortalizas También nos fuimos de camping al lago Guajataca y eso nos dio un respiro enorme porque disfrutamos del amanecer en el lago y la belleza del lugar. Mariana y Guillermo recibieron cada uno una computadora del Departamento de Educación y recibimos un subsidio para pagar el internet, lo que aliviaba la carga económica del hogar. Empezamos a buscar almuerzos to go del programa de comedores escolares. Teníamos un bajón de alcapurrias y pasamos por el Fogón de Susa en Guayama donde hacen unas alcapurrias gigantes y fuimos a deleitarnos del festín frente al mar.


Noviembre

Hicimos una cena muy especial de acción de gracias y oramos en familia agradeciendo que estábamos bien. Cocinamos una pechuga de pavo rellena y Guillermo hizo un delicioso pie de calabaza. Ese día llamamos a nuestros familiares y la pasamos bien aún en la distancia. Mi familia es muy unida y durante esta pandemia se organizaban para tener llamadas grupales y celebrar juntos cada cumpleaños y fecha especial. Mariel enseñó a su papá como abrir y conectarse en una llamada de Whatsapp y le cantamos cumpleaños en vídeollamada grupal a mi suegra.

Mis papás me visitaron por primera vez en noviembre del 2020. Para esa visita creamos una cortina de plástico para poder abrazarlos. Fue una bendición enorme darles ese abrazo tan esperado y deseado.


Diciembre

Pasamos unas navidades sin reuniones en presencia de familiares en los días festivos. El día de noche buena asamos un pernil por primera vez e hicimos una cena especial para nosotros cuatro. Ese día tuvimos un evento virtual super especial planificado por mis primas. Cantamos, jugamos e hicimos un intercambio de regalos entre toda la familia. Hasta regalos inesperados y bromas fueron recibidos. Aún en la distancia nos sentimos en amor. Visitamos la finca Bee Happy en Aibonito donde acampamos. También nos fuimos de camping con mi hermano y su familia a un lugar privado cerca de la playa. Fue un camping súper entretenido y en familia siguiendo todos los protocolos. Paseamos un ratito por el Viejo San Juan y la Plaza de Gurabo. La despedida de año la pasamos solitos en casa pero disfrutamos de un espectáculo de fuegos artificiales nunca antes visto en nuestra comunidad. La decoración navideña se hizo sentir en nuestro pueblo. Ese mes terminé mi periodo de trabajo en el correo y me llevé una buena experiencia de trabajo y nuevas amistades.

A pesar de todas las situaciones, que vivimos en el 2020, todos los cambios trascendentales, en especial la separación física con nuestra familia por el Covid19, siempre mantuvimos la fortaleza y fuimos resilientes. Todos estábamos pasando por diferentes situaciones, algunos se contagiaron con Covid-19 y otros perdieron a sus seres queridos. Pero estamos agradecidos de Dios ante todas la cosas que nos ha ayudado a superar. Fue un año fuerte en el que aprendimos a ser fuertes y encontrar felicidad en nuestro entorno inmediato. No me pude quedar sin trabajo en un mejor momento. La historia hubiese distinta si me quedaba solo en la casa como hubiese sido en la normalidad previa al Covid19. La pandemia me dio tiempo con mis hijos y mi esposa, el tiempo que no tuve durante 16 años. El confinamiento nos enseñó a valorar más a la familia y adecuarnos como padres en el hogar. Hay que ser agradecido por lo que tenemos pero también por lo que hemos aprendido de la dificultad. La vida puede ser corta y tenemos que aprovechar cada momento.

Ahora es momento de seguir adelante y buscar nuevas oportunidades, perseguir las metas y sueños sin abandonar la esperanza. Espero que el 2021 sea un año de estabilidad y progreso para mi familia y para todos ustedes.

Gracias por el apoyo continuo y su cariño. Saldremos adelante con la ayuda de Dios.

2 Comments on “EL año del covid19

  1. «En el mundo tendréis aflicción, pero confiad, Yo he vencido al mundo.» Eso dice La Palabra.
    Quiere esto decir que Dios no nos deja y siempre habrá una solución para cada situación. Todo lo que ocurre es con propósito. Familias se han unido más con este confinamiento por el covid, cosa que solamente se veía en el funeral de algún familiar. Y qué ironía porque ahora no se pueden unir en los funerales. Aprender la lección que se nos ha dado: de nada sirve poseer vienes materiales sin salud, amor y unión. Que esta Semana Santa la vivamos agradeciendo a aquel que se hizo pequeño, murió y resucitó por ti y por mi para que tengamos vida, y vida en abundancia. Gracias Dios por todo.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.